miércoles, 17 de marzo de 2010

Simplemente Sangre

Hay semanas en las cuales una desearía no haberse levantado de la cama,o mejor irse a un retiro en el Tibet.O haber estudiado enfermería.
Porque entonces podría una estar preparada para afrontar lo que se denominaría en este caso La Semana de la Sangre.Algo así como un festival de cine gore,pero en la propia casa.O bien una simple racha de muy,pero muy mala suerte.
La diversión empezó el sábado a la noche,gracias a ser atolondrada y a tener una empleada muy eficiente (la puedo recomendar,pero ojo,sabe su valor y lo cobra en dólares!),que me deja los vidrios del balcón tan impecables que doy por hecho que no están allí...y pum!.Sí,me llevé puesto el vidrio por no querer perder tiempo en entrar a la cocina del modo más convencional,o sea por la puerta.38 años invicta en narices chorreadas volaron tan fácil como volé yo cuando la mía impactó contra el vidrio,tanto que reboté.Así que ahí estaba yo,sangrando como en Martes 13 VII y sentada de culo,sin poder creerlo.
Increíblemente no me rompí nada,aparte del orgullo.Lástima,porque me podrían reacomodado y dejado una nariz más prolijita...menos semita,bah.
Con el susto y la cantidad de glóbulos rojos esparcidos por el balcón pensé que ya tenía suficiente como para una buena anécdota pero,el lunes a la mañana,la misma atolondrada intentó guardar la cama de abajo de su hijo menor,con tan mala suerte que la rueda atropelló el dedo gordo de mi marido,que cayó al suelo en una pata como un dibujo de Tom y Jerry,mientras yo miraba la escena horrorizada y mi hijo mayor me gritaba indignado "se lo hiciste a propósito!"."Quedate tranquilo que si fuera a propósito no me limito al dedo gordo,querido",repliqué de muy mal humor mientras salía corriendo a buscar alcohol,cada vez más convencida de que deberían usarme como armamento federal o algo así:evidentemente soy un peligro para la raza humana.
La cosa terminó en la clínica con placas que por suerte solo revelaron un lindo golpe,pero hubo que darle antibióticos,por las dudas.Menos mal que me negué a trasladar mi nariz a chorros al mismo lugar,o nos hubieran mandado una asistente social por violencia familiar.
Supongo que habrán estado a punto de hacerlo ayer,cuando le tocó el turno de la mala racha al benjamín de la casa.Esta vez no tuve nada que ver...bah,depende según quién.Eran ya las 8 de la noche,pretendía que se fuera a bañar y le apagué la compu.Y ahí se armó el berrinche del siglo:un enano de menos de 1 metro saltando desaforado al grito de "quierolacompuquierolacompuquierolacompu",hasta que en uno de los saltos se pegó contra la punta del escritorio.Con la pera,por supuesto (alias barbilla),un lugar tan típico que ya tenía la cicatriz de unos 3 años atrás,lista para reabrirse en cualquier momento,como una cesárea.
En fin,a esta altura la vista de la sangre me era tan normal que por un momento consideré ponerme a estudiar medicina (más redituable que enfermería,probablemente),total ya estaba curada de espanto y de paso no tendría que salir corriendo a cada rato a la clínica,cosa que obviamente hubo que hacer cuando,haciendo de tripas corazón (pero reitero,ya super acostumbrada),verifiqué el tajo previamente desinfectado con todo lo que encontré (menos lavandina),y ví que no se iba a cerrar solo porque lo llenaran de líquidos varios.
Supongo que ahí ya habrán pensado que,si no hay violencia familiar,la cabeza de familia es una retrasada mental,mínimo.Para cerrar la historia,el gordo zafó de los puntos y ésta vez cerraron la cuestión (en el sentido más literal de la palabra) con La Gotita (bah,éso le pareció a mi marido que era,me imagino que no será la de la ferretería como para que la gente salga a probar ante cualquier emergencia onda Hágalo Usted Mismo).Para el caso fué una buena solución,porque la primera vez que se tajeó la pera no le habían puesto nada,así calculo que con éste moderno invento pediátrico la cosa quedará hermética cuan Zip-Loc.
Ahora por supuesto,después de haber regado en 4 días el suficiente gore como para una vida entera,estamos todos mirando con mucha cautela a mi hijo mayor,que hasta ahora viene intacto.En gral. siempre fue el más suertudo con los accidentes.
Espero que siga así,porque ésta vez no nos salvamos de la asistenta social!