sábado, 23 de mayo de 2009

La pilcha a los 30 y largos

Hoy hice recorrida de outlets.No está mal si una se arma de (mucha) paciencia.Y además debe ir preparada para un cachetazo al ego total.
Si para muestra basta un botón,vas al local de Rapsodia,y ves a lo lejos una mesa llena de bonitos jeans con un enorme cartel de "$59".Se te cae la baba,por supuesto.Pero cuando te acercas,en conveniente letra chica,dice agregadito "sólo 22 al 24".Y por si te queda alguna esperanza (en algunas marcas supuestamente yo andaría a ese límite),cuando los levantás te das cuenta que tenés que bajarle 2 talles al que uses normalmente.Conclusión,la mesa de $59 sigue llena,y una se va de ahí amargada por perderse una pichincha por gorda.Por supuesto,sos consciente en el fondo que,si entraras en ese engendro,no serías realmente normal,y que por algo nadie se los lleva.Corrijo,en la larguísima cola para el probador había una chica con las manos llenas de estos pantalones de muñequita.Parecía que le acabaran de dar el alta en Etiopía.Ese fue mi consuelo,pero seguí masticando bronca por no pesar 40 kilos.Lo mínimo a lo que puedo aspirar en Rapsodia es un 26.
También anduve por Akiabara y Wanama.Si se revuelve bien se encuentran jeans de $100.Pero definitivamente la mayoria son igual de pequeñuelos.
Algo que noto es que ya no estoy para ciertos trotes,y no sólo por mi supuesto talle 26.No puedo ir a Complot,por ejemplo,donde creía que aún existían sus famosas remeras clásicas de algodón.El clásico,como ya pasó hace mucho con Cuesta Blanca,está más que out.Si el hecho de que la música al taco me moleste tremendamente no es un aviso de vejez suficiente,definitivamente lo es la ropa.Muy rockera,muy jugada,muy llamativa...muy teen.No es que me voy a ir a Portsaid,pero,aún si me entrara,no me puedo poner eso,por favor.Mi espíritu podrá ser joven,mi cuerpo aún no me hará pasar verguenza,pero necesito ropa para ir a laburar,no para el recital de los Jonas Brothers.Nadie parecía allí tener más de 15 años.
Para terminar el masoquismo entré al local de Las Oreiro.Que ropa divina,divina por diva.Te la ponés y sos una reina.Pero para eso tenés que entrar en ella,y poder pagarla.Naty miente cuando dice que es accesible al común de la gente y que cualquier chica redondita puede entrar.Jaja.Un vestido a $880 (a la rodilla,ni siquiera largo) no me parece para el común de la gente.Y a lo más que puede llamar redondita es a una mina como ella,delgada y con mucho y buen culo.Nadie que pese más de 60 kilos entra.Y aparte con la tela y el corte que tienen le marcan la panza a cualquiera.Se lo marcaba a Dolores Barreiro en el desfile,así que ya no queda más nada por ver.
Igual,si tienen los $880,un lindo culo y una pancita en lo posible chata,no se pierdan el vestidito fucsia de mis sueños.Usenlo por mi!.

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